EL SER MÁS FELIZ DEL MUNDO.
Soy el ser más feliz del mundo, fue el mensaje que Jorgito Pausán, el bailarín y coreográfo caibarienense, dejó saber a los suyos esta semana cuando narraba sus experiencias en Sucre-Cumaná, como parte de la misión Corazón Adentro, en tierra venezolana.
Y se consideró el más feliz porque para quien el espiritu es lo más importante , el regocijo de ver agazajado su esfuerzo y el calor humano que representan sus lazos con las personas que conoció en tierra lejanas, cobran fuerza y valor.
Por eso cuando presentó en el teatro de la localidad de Sucré-Cumaná su trabajo con los alumnos, hizo la demostración de una clase y finalmente bailó, recibió a teatro lleno la más conmovedora ovación.
Para este joven integrante de la compañía villaclareña: Danza del alma, su estancia en Venezuela quedará siempre en él.
Jorgito Pausán regresa a Cuba este 28 de marzo, entonces tendrá mucho que contar sobre su mayor felicidad.
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